martes, 7 de diciembre de 2010

Ella...

...o simplemente llorar en los hombros de mi madre. 
...tiene los hombros más cálidos, que jamás haya sentido.

Mami... ¿abrázame?

lunes, 6 de diciembre de 2010

Ciento treinta pulsaciones por minuto.

Estoy estancada, como un pozo séptico. Es extraño, al momento de escribir, la mierda se transforma en palabras delicadas, al hablar, solo expulso soeces, más aún si se trata de entablar conversación con mi familia.

Mi madre me regaña a cada instante, sé que soy un asco de hija, hermana, pero simplemente no se me place limpiar mi habitación, aunque corran arañas por mi escritorio.
Mi padre llegó hace unos minutos. Cuando entró a saludar, me hice la dormida ¿por qué? Ni idea. No quiero cruzar palabras con él en estos momentos, me conformo con saber que está vivo.
Pero la verdadera razón de mi angustia, está relacionada con la feniletilamina, o sea la represión de esta y...
ya van a ser las 0.00, mi pc siempre se pega taldazos cuando se marcan esas tres cifras en el reloj.
El esmalte de mis uñas se desvanece, buenas noches.

Desestabilización.

Tengo una angustia tan hija de puta que las bastardas lágrimas no bajan. Ojalá desapareciera en estos instantes y sin dejar rastro ni recuerdo alguno de mi mierda de existencia. Me quiero joder, ahora.

Tal vez, sea el cólera.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

du.

Twiggy, twiggy.