Hace unos días, me propuse llorar. No lo he logrado desde entonces.
Me dispuse a pensar en todas las razones por las cuales se necesiten derramar lágrimas, ninguna derrite mis ojos. Es raro. No me agrada, ni disgusta, pero sí preocupa.
¿Me estaré metamorfoseando en un ser inerte?
Quisiera ser tu almohada.
domingo, 1 de mayo de 2011
hoy no hay título.
Materializado por ComputerHead~ a las 2:36
Aproximaciones: he vuelto damas y caballeros
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

3 Reacciones:
No te preocupes tanto por las lágrimas, piba (soy español creo que lo decís así)y ven a La Casa Agramatical, mi blog, a reír un poco, bonita, que reír también reaviva el espíritu y lo aleja de la esclerotización. Si no mienten mis estadísticas, ya me ha visitado una persona de tu ciudad. Pero, por lo que veo en tus palabras, quizá me hago más publicidad si te digo que ha visto mi blog un ruso y uno de singapur. Hasta luego, guapetona.
Quizá, aunque no lo soy, te parezca un maricozón por lo que te voy a decir, que desde que me he dado cuenta de lo importante que es la compañía y que, aunque lo intento, no logro salir de mi soledad por no sé qué le pasa ahora a la gente (deben estar metidas en bunkers durante la mayor parte del día a los que no llega siquiera internet), pues desde entonces, no paro de hacer pucheros cuando estoy sólo, sobre todo los fines de semana. Sí, vivo con mi madre. Pero ella me quiere por obligación. Pienso que quizá soy más malo que una bestia salvaje y por eso no consigo hacer amigos. Tras diez años de soledad absoluta, sigo sin tener amigos. Durante el día trabajaba en la tierra y me quebraba el espinazo, no me quejaba del trabajo físico, sino del malestar mental de estar haciendo ese trabajo cuando lo que yo quería era pensar, leer, ordenar mi mente porque tenía un grave problema mental. Pues bien, ni un sólo día, podía contar con contar mis penas a nadie de mi generación y cultura. Aun así no lloraba nunca. Sólo ahora, después de la enfermedad y muerte de mi padre, me he dado cuenta de lo sólo que estaba. También me ayudó a darme cuenta el haber dejado el tabaco, porque aunque digan que no, el tabaco enloquece, te hace más duro e insociable. Ahora estoy prácticamente recuperado de mi enfermedad mental. Mientras que antes era una persona educada dentro de lo que se pide a un agricultor y no mala, pero llena de rencor hacia la sociedad, ahora soy un angelito de bondad y humildad, más que lo que los partidarios de Pinochet le atribuían a él. Y sin embargo nadie me quiere. Llora un poquito por mí, me haría sonreír.
Vive <3 Que nadie más lo hará por ti.
No pienses en las razones para llorar cuando hay tantas para reír :D
Publicar un comentario