Detesto su sonrisa, ojos, dientes (son realmente perfectos), nariz, cejas, pestañas, sombra, cómo se viste, su caminar, su risa, sus burlas, cómo se queja, voz, su cabello, cómo se peina su chasquilla (nunca lo fue), tez, y no terminaría de cuantificar en años, mi odio hacia su persona.
Lo que provoca en mí su frialdad. ¿Hacia quién? Creo que está de más decirlo. Siempre estoy de más.
sábado, 9 de julio de 2011
odio a medianoche
Materializado por ComputerHead~ a las 0:25
Aproximaciones: estoy enojada
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

0 Reacciones:
Publicar un comentario