miércoles, 8 de septiembre de 2010

Cenicienta por un día.

Hoy me volví Cenicienta. Me agradó el príncipe, pero me hubiera gustado que hubiese sido otro... Pero en casos como estos no se puede reprochar, sólo dar las gracias con un cálido beso y abrazo.

(Hoy se cayó mi zapato escolar derecho al metro. Voló por los aires y detuvo su aleteo en la línea del tren. No sufrió ningún rasguño y un señor de ojos celestes lo rescató bajando al andén... Fue horrible y a la vez chistoso, mil gracias a Kaarl y Paula que me acompañaron en mi tragedia, riéndose y ayudándome. Me sosegaron demasiado, por mi, hubiera saltado a rescatarlo xD)